EMPRENDEDOR Y POLÍTICO SALVADOREÑO PARTE II
Naci el 25 de Julio de 1985, aunque un poco común en
este país, mi acta de nacimiento dice que nací el 05 de agosto del mismo año,
mis padres son originarios del Occidente del país, mi madre Contadora y
Relacionista pública, mi padre cuenta la historia que era un pequeño empresario
de logística en el occidente del país, una historia alterna que les contare en
otra oportunidad; mis primeros años de vida los recuerdo en una casita, donde llegabas
por una calle de piedra, con entrada corta, su tapial de unos veinte metros de
largo lo formaba un arbusto de claveles color carmín, la entrada te llevaba hacia
unas gradas que te daban la bienvenida en un vestíbulo, donde había un tablón
de madera de Conacaste, ese corredor conectaba hacia la sala, polletón (cocina
artesanal), recamaras y un granero, en la parte trasera un corredor en “L” con
un acceso a la sala interna, se extendía a lo largo de la fachada trasera y un costado
donde apreciabas el jardín y los claveles de la entrada desde el interior, las
ventanas de las recamaras en el costado contrario, enfrentaban un enorme Amate
y un camino que llevaba al interior de la finca, al frente del corredor trasero
había un espacio enorme engramado donde mis tíos y primos solían jugar al
futbol, era el lugar de carga y descarga de los camiones que recogían el café
en verano, “El casco de la finca, “La Reina” en Chalchuapa, Santa Ana; frutas,
arboles, chicharras, sompopos, chibolas, trompos, pájaros e historias era el entretenimiento
diario, lo más nostálgico que recuerdo de mi niñez.
Al llegar a San Salvador comencé la Primaria en
Colegio Ricardo Miró de Soyapango en el año de 1991, un colegio establecido en
dos casas unidas, cerca de Jardines del Pepeto donde he vivido siempre, estudie
secundaria en la "Escuela Agustín Linares", ahí puedo decir que fue
donde vulgarmente decimos en salvadoreño “esos lugares donde te hacen avivar”
si alguno estudió ahí o en alguna escuela pública lo sabe, en ella mi desempeño
escolar fue desde meritorio y notable “primeros lugares Académicos”, hasta casi
dejar el año por aquello donde comienzas a equilibrarte emocionalmente para
convertirte en un estudiante integral jeje, lo diremos así para que no se
escuche mal, ustedes saben, Deportes vs Estudio, Música vs Estudio, Artística
Vs Estudio, en fin, los años maravillosos.
Llego la primera gran decisión; seguir los pasos
metodológicos o no, de la niña Marilena Donis Calderón como ella misma sabe que
la molesto, cosa seria, las mamás de antes son así, llevaba una especie de
libro diario en una libreta donde todos en la casa teníamos que ubicar los
ingresos y gastos diarios, imagínense el régimen, una vez nos advirtió antes de
irse a trabajar, no pedir dulces el día de brujas, fue enfática que nuestros
principios cristianos contrastaban con celebrar ese día y que creen, cuando
regresó de trabajar me anduvo buscando por toda la colonia, mejor ni les cuento
la conclusión, pero nada que un hijo millenial no pueda soportar.
Pues con todo el preámbulo mi destino era algo más
aventurero que eso, no era fácil enfrentarse al sueño de tus padres, sobre todo
si les recuerdo lo de la niña Marilena. Pero su frase de “hay ve vos, vos
decidí”, me animó a enfrentar otro camino. Difícil, me inscribí en Contabilidad
en el colegio ITEXSAL, bajo las recomendaciones de la familia, pero como todo
emprendedor, decidido, salvadoreño, lomo plateado dicen ahora los memes y de
SOYA, aprendes a vivir con el riesgo de todo lo que significaba andar por esos
lados, con todo lo que se vive aquí, esas decisiones se suelen sobrellevar con
menos preocupación, pues el último día de cambios de carrera a 15 min del
cierre, me cambié a la carrera de Arquitectura, como me dijo la orientadora, un
giro de 180°, ese era yo, lo más cercano a lo emocionante que he vivido hasta
hoy, nunca he vuelto a sentir ese espíritu competitivo, deportes, artes
platicas, teatro, religión, rallys, y lo mejor de todo las famosas expotecnias,
te ibas a cuarentena con tus compas de tu equipo de trabajo, era tu segunda familia,
dentro de la familia que le tocaba sufrir tu hospedaje durante medio año, peleas,
llantos, caprichos, cortes de cabello, pintura general, amanecías con cejas o
bigotes nuevos, amanecías con el cabello pegado con resistol, en algunos casos
sin cejas y una cantidad de creatividades corporales, que los que saben de esta
metodología de trabajo sabrán, todo ello te forma el carácter y de paso, se
convertían en el espacio idóneo para sentirte comprometido con una causa,
fraterna, académica y técnica, pero más allá de eso era la ventana hacia el
potencial profesional en el que te convertirías en un futuro próximo, estuvimos
en el pódium de honor los tres años que estudie Técnico en Arquitectura en el
ITEXSAL, nuestra ALMA MATER.
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